viernes, 23 de octubre de 2015

EL PODER 2.0: Dar gracias a quien las merece


Hace dos semanas recibí en casa el primer ejemplar del libro que he tardado en escribir casi dos años, “Trábulas: Método de entrenamiento de la Inteligencia Laboral”. Así dicho parece poca cosa, unas cincuenta páginas... Pero si se le añaden mi pequeña tropa y mi trabajo como docente, tengo la sensación de haber llegado al final de una carrera maratoniana.

Ahora, fuera de las prisas del “quiero acabar ya”, tengo la tranquilidad para escribir a quien se merece (y no se lo espera) y darle las gracias por su personal aportación. La tarea de redactar es tan absorvente que debes luchar por no evadirte de la realidad y perderte en el mundo de tus propias palabras. Sin embargo, he de confesar que yo he sentido la compañía y el aliento de muchas personas que están presentes en la red.

Esta comunidad 2.0, generada a lo largo de los últimos años, la tengo gracias a los amig@s de Granada de @conecta13, @ftsaez, @balhisay, @BelenVeleta,... que con su buen hacer me permitieron asomarme sin miedo al mundo de las redes sociales y las competencias digitales.

Muy importante también en esta aventura fue mi asistencia al Congreso de Mentes Brillantes 2014. Gracias al @El Ser Creativo, a los ponentes (cuyas palabras me llegaron al corazón) y aquell@s que allí conocí: Montse (@oryentcoaching), Ana, Gus, Pilar (@goanflow),... Cada una de estas personas, con sus palabras y sus experiencias, me dieron el impulso y el convencimiento de que llegar al final era posible.

También ocupan un lugar muy destacado los organizadores de @CongresoFOL2015, @yoriento, @jarevalo_FP y tantos colegas de profesión. Mi familia en Twitter siempre está ahí dipuesta a compartir y a experimentar: @edulcoro, @jfarreny, @EscilaiCaribdi, @PacoCanoM y muchas y muchos más,...

Mis grandes gurús @ZumoDeEmpleo, @marcapersonal, @Huss87 de la “Criatura Creativa”, @manuelgross de “Pensamiento Imaginactivo”, @elenahuerga, @alfredovela, @RLoria de "Licuadora de ideas y pensamientos", l@s amig@s de @cooking_ideas, @sintetia, @Hipertextual, @ThinkBig_open,... Gracias, habéis sido una constante fuente de inspiración!

Mención especial para @thejosetree cuyos libros me han animado a publicar en Amazon y me han facilitado las herramientas para hacerlo. ¡Bravo José Noguera!

Sin embargo, la dedicatoria se la he reservado “a mi familia” (pequeñas injusticias de la vida,jjj), a quienes les he robado tiempo y paciencia y quienes siempre han estado ahí dispuestos a los pequeños sacrificios necesarios para que “mamá termine de trabajar con el ordeandor”. Mis pequeños Mario, Rita y Daniela, que ya tendrán tiempo para entender el significado profundo de estas letras. Y mi gran García que siempre creyó que sí era posible.




viernes, 11 de septiembre de 2015



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CUANDO LO EXTRAORDINARIO NO ES APRECIADO

El precio de innovar


No es inusual encontrar compañeros y compañeras que, a pesar de ser excelentes trabajadores y trabajadoras, no ven su labor apreciada, ni valorada, por sus organizaciones. Y tampoco es extraño que esta cualidad excepcional termine derivando en negativas consecuencias para sus protagonistas. Acontecimientos recientes en la comunidad de foleros nos han puesto cara a situaciones de este tipo.

Son muchos los adjetivos que recorren el cerebro de quienes disfrutamos de esa excelencia. Buscamos poner etiqueta al torrente de sensaciones y casi cuesta encontrar la adecuada. En mi caso quedaron en “incongruente” e “inoportuno”.

Lo siento, hoy me invade un espíritu más reflexivo que constructivo. Y la conclusión a la que llego es que trabajamos en entidades anticuadas, burocráticas, poco alineadas con el presente y enormemente inmovilistas.

He aquí la razón que, a mi entender, hace que lo extraordinario no sea apreciado: los comportamientos innovadores y participativos no van a entenderse en nuestra cultura burocrática. El problema no es la persona, ni el nombre que tenga el cargo, nisiquiera los logros (o fracasos) alcanzados. El quid está en una incorrecta visión del contexto en el que nos movemos.

El enfrentamiento de situaciones cambiantes e inciertas requiere necesariamente de comportamientos innovadores. Es obvio que en cada tipo de cultura y de empresa dichas conductas van a adoptar un matiz diferente: sugerencias, soluciones creativas, generación de redes, búsqueda de nuevos colaboradores, actitud activa, participación en órganos de gestión,...

La presencia de un movimiento “autoemprendedor” es absolutamente imprescindible. Queremos hacer una nueva empresa desde la propia empresa. Sin que esta iniciativa termine derivando en frustración.



Gracias a quienes impulsan sus actuaciones diarias con esta energia.